Es un tratamiento ambulatorio basado en la aplicación intradérmica de plasma rica en plaquetas para activar la forma natural las funciones del fibriblasto, que se encarga de determinar la estructura y calidad de la piel. Este tratamiento se recomienda a partir de los 30 años, o cuando los signos de envejecimiento se hacen visibles. Puede aplicarse como tratamiento preventivo o restitutivo de una piel envejecida. Se realizan una o dos sesiones, dependiendo del diagnóstico y de la combinación posibles con otros tratamientos. La mayoría es apreciable desde los primeros días, y se hace más evidente a los 20 o 30 días post tratamiento, manteniéndose estable por un período de un años aproximadamente.